ISSN: 1130-3743 - e-ISSN: 2386-5660
DOI: https://doi.org/10.14201/teri.29631

CUANDO SE EDUCA HAY QUE SABER DESDE DÓNDE SE HABLA1

When you Educate you Have to Know Where you are Speaking From

Anna PAGÈS SANTACANA
Universidad Ramon Llull. España.
annaps@blanquerna.url.edu
http://orcid.org/0000-0001-6033-0333

Fecha de recepción: 27/05/2022
Fecha de aceptación: 20/06/2022
Fecha de publicación en línea: 01/01/2023

Cómo citar este artículo: Pagès Santacana, A. (2023). Cuando se educa hay que saber desde dónde se habla. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, 35(1), 39-46. https://doi.org/10.14201/teri.29631

RESUMEN

Este texto sugiere la conveniencia de entender la educación no sólo desde una perspectiva pragmatista sino de un modo más amplio como experiencia. Para facilitar esta perspectiva se destacan algunos aspectos del libro de Gadamer Verdad y método: la crisis de la transmisión, la historicidad de la experiencia -el hecho de que todo fenómeno humano, también la educación, tiene que ver con el lugar desde donde es construido-, los límites de la experiencia, los límites del discurso sobre el mundo, la cuestión del estilo. El artículo insiste especialmente en rescatar la conversación en contextos educativos, la conversación entendida como el lugar desde done uno habla y el sentido de lo que se dice y también la dimensión no prevista en lo que decimos. No hay una fusión de horizontes que haga encajar perfectamente los objetivos y los resultados de aprendizaje. Hay que pensar en los flecos, en el rastro que dejan, en lo que se queda fuera de lugar. Por eso, el texto propone una hermenéutica a la intemperie. Otro aspecto del artículo es que la política no nos sirve para entender la educación como experiencia porque la política se ha convertido en una mera gestión administrativa donde no hay otro con quien hablar. Se insiste en la idea de que la educación no puede con todo. Hay una sobreexplotación del sistema educativo. No todo se puede aprender. Hay cosas que se pueden vivir o que se pueden experimentar pero que no necesariamente se aprenden. Por eso, el artículo propone que el gran reto de la Pedagogía actual es ayunar, dedicarse a dos o tres cosas nada más y hacerlas bien.

Palabra clave: educación; pedagogía; hermenéutica; Gadamer; conversación; experiencia; política educativa; estilo; aprendizaje.

ABSTRACT

This text suggests the convenience of understanding education not only from a pragmatic perspective but also in a broader way as an experience. To facilitate this perspective, some aspects of Gadamer's book Truth and Method are highlighted: the crisis of transmission, the historicity of experience -the fact that every human phenomenon, including education, has to do with the place from which it is constructed -, the limits of experience, the limits of discourse about the world, the question of style. The article especially insists on rescuing the conversation in educational contexts, the conversation understood as the place from where one speaks and the meaning of what is said and the unforeseen dimension in what we say. There is no fusion of horizons that makes the objectives and learning outcomes fit perfectly. You must think about the fringes, about the trail they leave, about what is left out of place. Therefore, the text proposes a hermeneutics in the open. Another aspect of the article is that politics does not help us to understand education as an experience because politics has become a mere administrative management where there is no one else to talk to. The idea that education cannot do everything is insisted on. There is an overexploitation of the educational system. Not everything can be learned. There are things that can be lived or experienced but not necessarily learned. For this reason, the article proposes that the great challenge of current pedagogy is fasting, dedicating oneself to two or three things and doing them well.

Keywords: education; pedagogy; hermeneutics; Gadamer; conversation; experience; educational policy; style; learning.

1. LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN DEL PROFESOR OCTAVI FULLAT

El profesor Octavi Fullat delimitó la filosofía de la educación, básicamente, a partir de tres ejes: uno era la epistemología, cómo garantizar que un determinado discurso es ciencia o no es ciencia y desde qué criterios; otro segundo eje era la axiología o la teleología -la finalidad- educativa, donde se encuentra toda la cuestión de los valores en educación y también en la antropología pedagógica implícita a las grandes propuestas pedagógicas; y el tercer eje que venía a ser el análisis del lenguaje pedagógico o cómo se utilizan los conceptos y los términos de la Pedagogía en el discurso corriente del mundo contemporáneo.

El profesor Fullat con el que me formé en la Universidad Autónoma de Barcelona, en los años 80, nos enseñó a Sartre muy a fondo y sobre todo la frase de que “la existencia precede a la esencia”, es decir, que lo primero que hay en nuestro estar en el mundo tiene que ver con la limitación de nuestra propia vida, con las circunstancias en las que nos suceden las cosas y, después, a partir de ahí uno intenta construir preguntas y orientar interrogantes que permitan tal vez formular nuevos conceptos y nuevas filosofías. Octavi fue muy crítico con todo el pragmatismo anglosajón. Fue muy crítico con John Dewey en el sentido de que el pragmatismo, en realidad, pretende resolver, desde el punto de vista de lo que funciona en la práctica, cuestiones que tal vez son más metafísicas. Su asignatura era la única que estaba fuera del modelo positivista y en la que se abordaba de manera más amplia la problemática de la educación como experiencia y no sólo como un hecho puntual que debía ser medido de algún modo. Este interés por definir la educación en su cualidad de experiencia me llevó a leer Verdad y método de Gadamer.

2. LEER VERDAD Y MÉTODO DESDE LA PEDAGOGÍA

Leer Verdad y método desde la Pedagogía me parece que es una tarea constante y completamente actual. En este momento nos estamos preguntando, por un lado, cómo vamos a hacer con la invasión de la tecnología ‘postpandemia’ y, por otro, cómo vamos a despegar a los jóvenes del progresivo aislamiento en el que se han metido por las circunstancias políticas y sociales que hemos vivido en los últimos años. Me parece fundamental también en este momento preguntarnos qué diferencia hay entre un profesor y un buen software o una maquinaria que pueda presentar los contenidos encapsulados de una determinada manera.

Algunas de las cuestiones fundamentales que Gadamer planteó en el año 1960 en ese libro nos pueden ayudar: la crisis de la transmisión, la historicidad de la experiencia -el hecho de que todo fenómeno humano, también la educación, tiene que ver con el lugar desde donde es construido-, los límites de la experiencia o del discurso sobre el mundo. Especialmente importante me parece la necesidad de rescatar la conversación en contextos educativos -que es uno de los agujeros importantes que vemos actualmente en la práctica educativa- y en particular la dimensión no prevista en lo que decimos, pues nunca sabemos del todo cuál es el alcance de lo que se está diciendo y esto es algo que se pone muy en evidencia en los contextos de enseñanza.

Hay otro aspecto que me parece necesario explorar en Verdad y método que es la cuestión del estilo y en el modo en que Gadamer lo define. El estilo también en la enseñanza, es decir, cómo el profesor adquiere, construye o desarrolla un estilo que no es exactamente la didáctica. Por eso yo me voy ahora más a la literatura. La literatura me da muchas más ideas y me permite moverme mejor retomando esta cuestión del estilo. De hecho, creo que hay que leer menos Pedagogía y más literatura.

3. ES NECESARIO RESCATAR EL SENTIDO DE LO QUE DECIMOS EN EDUCACIÓN

Algunos critican erróneamente a la hermenéutica como una perspectiva de investigación que puede terminar limitándose a acumular interpretaciones, en cadena, alejándonos así del hecho que estamos investigando. Esto es un error. Esto es una crítica barata a la hermenéutica. Esta apreciación no tiene nada que ver con la hermenéutica. La hermenéutica no es un “blablabla”. La hermenéutica lo que plantea más bien es que es necesario rescatar el sentido de lo que se dice, si es que se está diciendo algo.

En realidad, me parece a mí que a lo que estamos asistiendo actualmente y que se ve con mucha claridad en la redes sociales pero no sólo, es una especie de logorrea permanente donde no se puede distinguir nada, ninguna idea, cuando lo que busca la filosofía de la educación es una idea clara y precisa. La hermenéutica no pretende sustituir la realidad ni tampoco convertir el lenguaje en un objeto encerrado en sí mismo. Por supuesto, las palabras son un objeto muy importante para la filosofía de la educación pero la hermenéutica defiende la conversación entendida como el lugar desde donde uno habla. Como decía Habermas en “Conocimiento e Interés” los discursos son ideológicos, el tema es descubrir cuál es el interés escondido, encubierto, en lo que uno está diciendo.

Por eso hay que tener en cuenta que cuando se critica a una teoría de ideológica esa crítica se está haciendo desde una ideología. La ideología es un discurso que justifica un estado de cosas. Es verdad que a Gadamer se le ha acusado de conservador porque defiende la tradición. Habermas impugna, de entrada, la tradición mientras que para Gadamer la tradición no debe, inicialmente, ser impugnada sino que debe ser filtrada, en todo caso, a lo mejor, agujereada un poquito. Está ahí, puede no ser buena, podemos criticarla, modificarla, pero la tradición está ahí, y nos condiciona igual que los aspectos de la historia también están en nosotros, no partimos de la nada, no somos seres angélicos.

Cuando Gadamer habla, por ejemplo, de la apología del prejuicio, se está refiriendo a que todo parte de algún lado: la educación se hace desde un lugar y hay que tomar conciencia del lugar desde donde se habla cuando se educa, con qué palabras, desde dónde. Hoy, en nuestro presente, parece que cualquier lugar es bueno para decir cualquier cosa, y creo que ese es el problema realmente. En el artículo que escribí en esta misma revista sobre el Manifiesto por una Pedagogía postcrítica lo que quise señalar es que justamente los autores del mismo no ponían de manifiesto el lugar desde donde estaban planteando todo eso, y creo que también es una cuestión de honestidad intelectual.

4. UNA HERMENÉUTICA A LA INTEMPERIE PARA ENTENDER LA EDUCACIÓN

La fusión de horizontes que plantea Gadamer no se puede pensar como una especie de encaje entre el pasado y el presente, sin considerar que toda fusión de horizontes implica un fleco que deja rastro. No hay una fusión de horizontes que se ajuste perfectamente o que encaje, que haga encajar perfectamente presente y pasado como nosotros pretendemos hacer encajar los objetivos y los resultados de aprendizaje. Hay que pensar en los flecos y en el rastro que dejan. Son estos rastros los que hay que retomar: ¿qué pasa con lo que se sale de donde debería estar?

Muchas de las situaciones surrealistas que nos encontramos en las aulas son como fuera de lugar, que pasan cosas fuera de lugar, os pondré un ejemplo. Un día estaba haciendo un examen, pedí silencio y como algunos no podían mantener el silencio, dejé pasar cinco minutos y después amenacé con que el que hablara salía de clase. Entonces hubo dos que se pusieron a hablar, les dije que salieran de clase, uno salió, en seguida, casi corriendo, pero el otro dijo que se negaba a salir de clase, que él no salía de clase, y entonces yo pensé “¿ahora qué hago? ¿Por qué no quiere salir de clase?” Le advertí que su comportamiento era inadmisible. Entonces suelta “¡Vaya chavala!” y le digo “¿qué has dicho?” y repite “¡Vaya chavala!”. ¿Qué quería decir con eso? En algo estaba pensando él que yo no puedo registrar, ni ubicar en ningún lado.

¿Cómo se interpreta esto? Pues desde el punto de vista de la Pedagogía clásica se podría considerar, desde luego, como un acto de desobediencia activa y de indisciplina que merece una advertencia, y abrir un expediente…pero, en las circunstancias actuales, no es algo seguro. Parece haber algo más. La normativa prevé una serie de cosas que hay que hacer en los casos en que los alumnos indisciplinan, que entran en una dinámica que tú no puedes ubicar en ningún lado porque no te resulta familiar, no lo has vivido previamente. Vivimos situaciones absolutamente inesperadas y surrealistas. Entonces, ¿qué hacer? No me parece que restaurar el Antiguo Régimen pueda servir para ubicarse. Pienso que hay algo fuera de lugar en la práctica social. Yo diría que después de la pandemia estamos muchísimo más fuera del lugar porque nos adjudicaron y forzaron a habitar durante dos años un lugar que no siempre era el nuestro. Y ahora estamos por fuera de no se sabe dónde, una especie de exilio permanente a la intemperie. Me parece una buena forma de expresar la sensación que tenemos en este momento: la intemperie. Por eso yo defendería una hermenéutica a la intemperie junto con la fusión de horizontes que, como he señalado antes, hay que actualizar en la forma de un abrigo a la intemperie.

5. TRADICIÓN Y POLÍTICA EN EL LENGUAJE INCLUSIVO

Las tradiciones se pueden inventar porque una tradición, en realidad, es algo compartido que se instala y se repite a lo largo del tiempo. Algo como comer pizza todos los viernes puede ser considerado una tradición. Necesitas mucho tiempo para que la tradición se instale. En “Cenar con Diotima” planteé el problema que crea rescatar algunas autoras filósofas cuando no hay una tradición heredada, problema que se concreta en que no sabemos dónde insertar su obra. Por otra parte, en uno de los capítulos de “Al filo del pasado” titulado “Debilidades hermenéuticas”, intenté pensar y situar la cuestión de las interrupciones en la tradición como una transmisión continuada porque creo que lo de la continuidad en las tradiciones es algo que debería cuestionarse. En España tenemos la tradición interrumpida de la Guerra Civil porque de lo que no se habla también puede haber una tradición.

Dicho esto, una cosa es la tradición como una experiencia compartida con otros que se va dando en el día a día, y otra es la política como una forma de regular y normativizar determinadas prácticas sociales, que no es tampoco la política como discusión. Pues bien, la política se ha convertido en una serie de catastróficos decretos, un poco como la memoria histórica, que trata de regularse pero que no alcanza a describir realmente lo que es la experiencia de intercambio con otros y que excluye lo que no se puede hablar, los flecos a los que antes hacíamos referencia.

Se puede, entonces, inventar y proponer una nueva forma de hablar con lenguaje inclusivo, pero ¿se puede decretar cómo se va a hablar a partir de ahora? En Cataluña, por ejemplo, cuando volvimos a hablar en catalán con la transición democrática surgió un purismo que trataba de corregir cómo había que decir algunas palabras que se habían incorporado en la forma natural que tenía la gente de hablar pues se consideraban barbarismos. Yo creo que habría que diferenciar lo que es la práctica social compartida, que en cierto modo es inesperada y va ofreciendo sus sorpresas y otra cosa es la normativización, la regulación política administrativa.

6. UN PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO NO PUEDE DAR RESPUESTA DE UNA EXPERIENCIA HUMANA

Como he señalado más arriba cuando la política es sustituida por la gestión administrativa no hay política, hay gestión administrativa, y cuando la política se convierte en una mera gestión administrativa, entonces, no hay otro con quien hablar y, por lo tanto, no necesitas a alguien inteligente. Creo que es esto lo que está pasando: están los burócratas de la educación sentados en sus oficinas trabajando con un Excel pero no hay nadie en el otro lado, no hay interlocutor y entonces se multiplican los procesos administrativos cuando lo que habría que hacer es reducirlos, incluso la misma gestión curricular.

Los maestros han salido de la pandemia absolutamente agotados física y mentalmente, tuvieron que improvisar un montón de estrategias, de recursos, de formas de contacto alternativas con los estudiantes. Aquí todo el mundo hizo un esfuerzo brutal tanto las escuelas públicas como las privadas y concertadas. Esto sucedió a nivel global por el descalabro que representó ir al confinamiento en la mayoría de los países. Y ahora en muchos sitios, aquí en Cataluña, por ejemplo, se pretende reducir sus horas disponibles para poder planificar las clases y adaptarse de forma casi inmediata a un cambio curricular. Y todavía sorprende que la gente se lleve las manos a la cabeza cuando ve a los maestros protestar o ponerse en huelga porque todavía para algunas personas el maestro, desde una visión mística, es un profesional civilizado y educado que no protesta. Protestan porque no dan más de sí, se quejan de que nadie les haya preguntado, sabiendo que salían de la pandemia en las condiciones que salieron y no hay nadie con quien hablar al otro lado, lo pedagógico también tiene un límite.

Creo que la escuela es una de las pocas instituciones que todavía no ha hecho aguas pero que está agujereada porque los procedimientos administrativos, la gestión administrativa a la que me refería antes, no puede dar respuesta una experiencia humana. Ocurre en muchos ámbitos: el sistema está diseñado para que no haya contacto entre las personas. Una llamada te lleva a otra y a otra y a otra y nunca te llama nadie.

7. ES NECESARIO TOMAR CONCIENCIA DE LOS LÍMITES DE LA EDUCACIÓN

La escuela tiene que hacer de todo, tiene que hacer gamificación, tiene que hacer tecnología, tiene que hacer educación emocional, se tiene que ocupar de las familias. La educación no puede todo, pero puede algunas cosas, y este empuje a hacerlo todo, a cubrirlo todo, a responder por todo creo que es mortífero tanto para los estudiantes como para sus familias, como para el sistema educativo en general. Hay una sobreexplotación del sistema educativo y los maestros están siendo en este momento un poco las víctimas de todo ello. Ahora la idea general es defender que todo se puede aprender, pues no, hay cosas que no se aprenden, hay cosas que se pueden vivir o que se pueden experimentar pero que no necesariamente se aprenden.

La idea sería ayunar un poco, no mucho, poca cosa. Procuremos hacer dos o tres cosas bien hechas. Para eso es necesario, por un lado, salir de la maraña de softwares, ipads y programas especiales para matemáticas, programas especiales para ortografía y gramática, etc., y, por otro, darle al maestro el protagonismo que tiene. El maestro puede hablar con sus alumnos sobre las cosas del mundo y en eso consiste ir a la escuela: en encontrar a un maestro, una maestra, con la que puedas hablar de las cosas del mundo y cuyo saber ni está fragmentado, ni es un saber enciclopédico, es un saber intuitivo que te da pistas sobre cómo conectar con las cosas de la realidad.

Sin embargo, no soy muy optimista sobre el futuro de la educación porque la educación está entrando en una dinámica de burocratización y estandarización de procesos que hace muy difícil que las personas puedan seguir adelante. Por ejemplo, todo el mundo se queja de que no tiene tiempo, pero es que el tiempo no es algo a poseer, el tiempo no se posee, el tiempo se vive. El problema entonces es que la gente sustituye no tener tiempo por vivir algo, buscando experiencias extremas: se tiran en parapente o cosas por el estilo donde se pone en riesgo su propia vida para vivir algo. Los maestros se quejan también de que no tienen tiempo. Creo que el gran reto de la Pedagogía actual es proponer dos o tres cosas nada más, el ayuno al que me refería antes…a ver cómo nos apañamos con esas dos o tres cosas.

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1. Este texto es la transcripción, en formato de artículo, de la conversación pública mantenida, vía internet, con la profesora Anna Pagès el 27 de mayo de 2022 dentro de la actividad «Diálogos sobre educación» organizada por la revista Teoría de Educación. Revista Interuniversitaria. Agradecemos a la profesora Pagès su generosidad para participar en esta conversación. Agradecemos a Enrique Alonso-Sainz la edición del video y a Alberto Sánhez Rojo la preparación y moderación del encuentro. Transcripción: Irene Marchena Vaquero. Disponible en: https://revistas.usal.es/index.php/1130-3743/dialogos